

RESUMEN
En ninguna parte hay un paisaje tan impactante como el de Milos. El pasado volcánico de las Cícladas nos ha regalado una deslumbrante variedad de playas y una espectacular vista de acantilados y formaciones rocosas, muchas de las cuales adquieren los colores de los depósitos minerales que contienen.
Cuando exploras Milos en bote descubres ensenadas, arroyos y cuevas, así como también playas a las que es difícil llegar o que son completamente inaccesibles por tierra. Pasarás por tranquilos pueblos de pescadores y verás las multicolores casas-bote distintivas de la isla, conocidas localmente como sirmata.
Hacer snorkel en las aguas cristalinas será una de las experiencias más interesantes, pero, sin duda, también disfrutarás de la belleza del paisaje al sentarte y admirar las rocas teñidas con los colores del azufre, perlita, cobre, hierro, amatista y manganeso. Y por supuesto, obsidiana, o como la conocen los fanáticos de Juego de Tronos, vidriagón.
No importa qué tipo de bote elijas (velero o lancha motora), puedes unirte a un grupo o alquilar tu propia embarcación. Las experiencias que vivas aquí nunca se borrarán de tu memoria.