Sintiendo las vibraciones de la Acrópolis de Atenas

Comenzamos afuera de la estación de metro Acropolis. A un lado está el Museo de la Acrópolis y arriba de ti el Partenón. Reserva otro día para conocer estos sitios especiales. En estos momentos te diriges hacia la zona peatonal de Dyonisiou Areopagitou, en donde verás a menudo músicos callejeros y vendedores ambulantes. El Odeón de Herodes Ático está a tu derecha, donde cada verano cantantes de pop y de ópera actúan en las noches bajo la luz de la luna.

Este camino que estás recorriendo te lleva hacia el oeste alrededor de la Acrópolis pero, antes de hacerlo, sube por la colina boscosa que está a tu izquierda. Filopappou Hill es un paseo secreto de atenienses, no solo por la tranquilidad y la vegetación, sino también por las extraordinarias vistas de la ciudad desde la cima. No olvides visitar el monumento que le da nombre a la colina, así como la Prisión de Sócrates en las laderas inferiores.

Mientras continúas por la Acrópolis, un paseo alternativo por la ladera es llegar hasta la Colina del Areópago (sede de los tribunales de justicia de la antigua Atenas).

En este punto, habrás notado que Atenas es más montañosa de lo que esperabas y, al descender de la roca sobre la que se construyó la Acrópolis, hacia el centro turístico de Plaka, asegúrate de hacerlo a través del adorable barrio de Anafiotika.

 Durante los diez minutos que son necesarios para recorrer sus estrechas callejuelas, tan ventosas que las casas ni siquiera están numeradas, pensarás que estás en una isla de las Cícladas. No es ninguna casualidad, ya que las personas que construyeron estas casas eran de la pequeña isla de Anafi.

Pasa el Ágora romana y atraviesa las calles empedradas de Plaka (querrás detenerte para comprar un souvernir) y sigue hasta Monastiraki. Ya estarás listo para tomar un café, así que busca  un kafenion (cafetería local) y pide un café griego tradicional. 

Monastiraki es un vecindario famoso por su mercado de pulgas en la calle Ifestou. Podrías pasar horas abriéndote paso por las tiendas, pero si quieres vivir una verdadera experiencia, visítalo un domingo por la mañana cuando las aceras están llenas de objetos de colección llamados bric-à-brac.

Es una caminata de cinco minutos desde aquí hasta el Ágora Antigua (donde Sócrates habló una vez) y el Templo de Hefesto (el templo mejor conservado de Atenas), en el prometedor barrio de Thissio.

O podrías continuar hacia el norte en dirección a Psyrri, otra nueva área en el mapa turístico de Atenas. Hay un ambiente urbano genial y también encontrarás varias tabernas tradicionales. 

Puede visitar Agios Dimitrios, la primera catedral de Atenas, en la calle del mismo nombre, que también alberga otra joya llamada Avli (patio), donde encontrarás una pequeña colección de casas de madera de dos pisos y una cafetería que funciona desde el año 1950 en Atenas.

Al girar a la derecha, hacia la calle Evripidou, encontrarás otra Atenas diferente, con tiendas de hierbas y especias originalmente abiertas por los nuevos residentes de la ciudad después del intercambio de población entre Grecia y Turquía en 1932.

Sigue por todo el camino y te conectarás con las vías principales que llevan a la plaza central de Atenas, Síntagma, famosa por el Parlamento y los Jardines Nacionales (otro sorprendente oasis de vegetación).

 Asegúrate de dar un paseo por los jardines, pasar el Zappeion Hall y terminar en el primer estadio olímpico moderno, un estadio de mármol con forma de herradura, también conocido como el Estadio Panatenaico, que también sirve como la línea de meta del Maratón de Atenas.

A partir de ahora tú decides qué vas a hacer. Pero si lo que buscas es ir a un lugar donde se reúnen los jóvenes atenienses a tomar y comer algo en las noches, tenemos una sugerencia final. Justo al sur de donde comenzaste (en la estación de metro Acropolis) está Koukaki. Cumple todas las expectativas.