Andros

A solo dos horas del puerto de Rafina, al noreste de Atenas, Andros es la isla más verde de las Cícladas así como también la segunda más grande después de Naxos. Y está llena de sorpresas. ¿Dónde más podrías encontrar castillos venecianos, playas vírgenes, ríos, molinos de agua abandonados, un museo de arte moderno de clase mundial, grandes mansiones de armadores locales, senderos bien marcados y precipicios impactantes? A pesar de toda su riqueza, Andros es tranquila y discreta, tímida ante los turistas, y está a la espera de ser descubierta por el viajero más exigente.

¿Qué hacer en Andros?

Viaja al país de los capitanes

Los andriotas son ante todo marinos, capitanes, armadores y marineros. La Hora (el pueblo principal) está llena de casas señoriales y edificios neoclásicos que los andriotas erigieron con sus ganancias hace un siglo o más. La amplia calle principal rezuma prosperidad a través de sus pavimentos de mármol, plazas abiertas, grandes iglesias y fuentes de mármol tallado. Pero no esperes esplendor y glamour. Por el contrario, sus modestas tiendas venden alimentos, ropa y dulces tradicionales.

La plaza central es el corazón de la Hora y está flanqueada por el Museo Arqueológico, los bulliciosos cafés, y las largas playas de Paraportiani y Nimborio en la costa. Si entras a la parte más antigua del pueblo, llegarás a una plaza al final del promontorio, ocupada solo por un monumento al Marinero Desconocido. Te sentirás como si estuvieras en la proa de un transatlántico.

El Museo Goulandris de Arte Contemporáneo 

Cada verano, sus nuevas y emocionantes exposiciones son por si solas una razón para visitar la isla. Entre los tesoros artísticos que se han exhibido en el museo destacan obras de Picasso, Matisse, Klee, Chagall, Rodin, Miro, Kandinsky y muchos más.

Stenies: un pueblo de mansiones

De todos los pueblos de las exuberantes colinas cerca de la Hora, puede que Stenies sea el más encantador. Camufladas por altos árboles, sus grandes mansiones acaparan la atención de los turistas. No obstante, también puedes explorar una torre del siglo XVII, un viejo puente de piedra y una antigua y pintoresca fábrica con una gran rueda hidráulica. Dedica unas horas de tus vacaciones en la isla al disfrute de estas espléndidas vistas.

Playas para quedarse hasta que el sol se apague

Las playas de Andros son maravillas poco conocidas. Algunas de las playas al norte de la isla, tales como Ahla, Zorkos, Ateni, Vitali, Grias y Pidima, solo son accesibles en bote o atravesando caminos de tierra. O si lo prefieres, puedes emprender rumbo hacia Old Lady’s Leap, donde te espera un gran pilar de piedra que sobresale del mar. Las playas del sur —Agios Petros, Batsi, Chryssi Ammos, Fellos y Halkolimionas— son fácilmente accesibles en coche. Muchas de ellas permanecen tal y como la madre naturaleza las creó, así que no olvides traer tus propias sombrillas y provisiones. Sin embargo, otras cuentan con chiringuitos, tabernas y demás instalaciones.

Korthi: un portal a otra isla

Al este de la Hora, Korthi te hará sentir que estás en otra isla. Azotado por el viento al final de una bahía abierta, este es un lugar para excursionistas y aventureros. Desde aquí puedes subir a las ruinas de un castillo veneciano y desde allí caminar por el desfiladero de Dipotamata, donde los molinos de agua molían el trigo de Andros. O tal vez prefieras hacer un recorrido por los bonitos pueblos de las colinas. ¿No le temes a los caminos riesgosos? Entonces conduce hasta el final de la isla , donde un fino estrecho separa a Andros de Tenos y visita uno o más de los venerables monasterios a lo largo de la carretera.

El tesoro oculto de Andros

El castillo Faneromeni

El castillo Faneromeni (o castillo Superior) contrasta con la arruinada fortaleza ubicada en la punta de la Hora. Prepárate para una impactante vista del Egeo.

El faro

Ubicado frente a la costa de la Hora, el faro de Tourlitis es el único en las Cícladas que fue construido sobre una roca en medio del mar.

Los pueblos

Lamyra, Menites, Strapouries, Apikia, Vourkoti, Aladino, Messaria, Palaiopoli, Batsi, Gavrio... nombres extraños cuando los escuchas por primera vez, pero a los que te acostumbrarás a medida que explores esta diversa e inmensa isla.

Los senderos

Una red de senderos bien marcados cubre la isla. Busca un mapa y sigue las flechas que guiarán tu viaje, siempre con el gran azul de fondo.